La nueva Directiva de Eficiencia Energética fue aprobada a principios de 2023 por el Parlamento Europeo y el Consejo. Desde su entrada en vigor, los Estados miembros de la UE tienen 2 años para transponer la mayoría de los diferentes elementos a su legislación nacional.

La directiva introduce una serie de medidas que están diseñadas para acelerar la eficiencia energética hacia un sistema energético más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, al tiempo que se busca reducir la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero.

Uno de sus puntos clave es el establecimiento de un objetivo legalmente vinculante para la UE de reducir su consumo final de energía en un 11,7% para el año 2030. Este objetivo es crucial para impulsar la eficiencia energética en toda Europa y contribuir a la lucha contra el cambio climático. Además, el texto promueve el principio de «eficiencia energética primero«, que exige que las soluciones de eficiencia energética se consideren prioritarias en la planificación y las políticas energéticas.

La Directiva también establece obligaciones de ahorro energético para los Estados miembros, con objetivos que aumentarán gradualmente en los próximos años. Estas obligaciones están diseñadas para fomentar la implementación de medidas de eficiencia energética a nivel nacional y garantizar que se avance hacia los objetivos de reducción de consumo de energía.

En lo que respecta a los sistemas de calefacción y refrigeración urbanos, establece una meta muy ambiciosa: que funcionen al 100% con energías renovables, calor residual o una combinación de ambas para el año 2050. Esto representa un cambio muy significativo en la forma en que se dota de calor y refrigeración a los entornos urbanos y refleja el compromiso de la UE con la descarbonización de estos sistemas.

Además, enfatiza la necesidad de evitar el uso de combustibles fósiles en sistemas urbanos de calefacción y refrigeración construidos o renovados para una vida útil hasta 2030, con la excepción del gas. Esto subraya la importancia de utilizar fuentes de energía más limpias y sostenibles en la infraestructura de calefacción y refrigeración de las ciudades europeas.

La Directiva también fija objetivos específicos para el sector público, incluyendo un objetivo anual de reducción del consumo de energía del 1,9% y la ampliación de la obligación de renovación de edificios al 3% en todos los niveles de la administración pública. Estas medidas están diseñadas para garantizar que el sector público lidere con el ejemplo en términos de eficiencia energética y contribuya a la reducción del consumo de energía en toda Europa.

En cuanto a los criterios de eficiencia de los sistemas urbanos de calefacción y refrigeración, la Directiva establece fechas específicas para cumplir con diferentes niveles de eficiencia. Estos criterios se centran en el uso de energías renovables, calor residual y cogeneración de alta eficiencia, y se aplicarán gradualmente en los próximos años para garantizar una transición suave hacia sistemas más eficientes y sostenibles.

La Directiva también introduce el concepto de «eficiencia del sistema«, que se define como «la selección de soluciones eficientes desde el punto de vista energético en aquellos casos en que también permiten una vía de descarbonización rentable, una flexibilidad adicional y un uso eficiente de los recursos«. Este enfoque holístico reconoce la importancia de evaluar las soluciones energéticas en función de su impacto global en la eficiencia y la sostenibilidad.

Directiva de eficiencia enérgetica en la UE.

La publicación de la nueva Directiva Europea de Eficiencia Energética ha suscitado diversas impresiones y opiniones entre entidades del sector HVAC. Determinados actores destacan el impacto ambiental, económico y cultural de la Directiva, considerando que sitúa al país en una posición de referencia mundial.

Por su parte, muchas de ellas valoran positivamente la apuesta por la eficiencia energética y la adopción del principio de «eficiencia energética primero», enfatizando la necesidad de inversiones en instalaciones energéticas y auditorías. Así mismo, subrayan la importancia de que los instaladores conozcan la legislación para asesorar adecuadamente a sus clientes.

En Luymar consideramos que la nueva Directiva Europea de Eficiencia Energética representa un paso significativo hacia la creación de un sistema energético más sostenible y eficiente en la Unión Europea. Sus objetivos son ambiciosos, sus medidas concretas y cuenta con un claro enfoque en la equidad energética. Somos la primera empresa española en fabricar recuperadores de calor, sistema esencial para la reducción de la demanda energética en las instalaciones HVAC y nuestra misión principal es usar lo mejor de la tecnología para mejorar el confort, preservar el medio ambiente y contribuir a un desarrollo sostenible.